Un juego de contrastes entre elementos duros y suaves es la base de la nueva colección de Alta Costura de Giambattista Valli presentada en París. Inspirada en el trabajo de Roberto Capucci y Emanuel Ungaro la propuesta hace un despliegue de feminidad donde los encajes, flores y lentejuelas se yuxtaponen en siluetas racionales para esta primavera. La delicadeza y luminosidad del color blanco se apodera del protagonismo de la colección en vaporosos vestidos con volumen en las caderas y detalles exquisitos de plumas y bordados. La combinación de este con el negro, el dúo sinónimo de elegancia, es presentado en piezas en degradé de estilo ladylike y en algunos casos con cinturas acentuadas. Los vestidos de noche llegan al final atrayendo todas las miradas en vibrantes tonos que van desde el ciruela, el fucsia hasta el rojo. El punto focal pasa a ser los hombros y el cuello con delicados detalles de flores y maxi collares. Para completar el look grandes adornos en la cabeza invitan a una temporada deslumbrante.
