Fue la gran jornada de cierre de BAFWeek y el evento de moda más importante de la temporada local. "Conjugar la moda, el arte y el diseño en este espacio es un impulso muy fuerte para la industria. Que el Teatro Colón apoye esta iniciativa es un gran reconocimiento", dijo a LA NACION la primera dama porteña, Juliana Awada.
Minutos antes del inicio del desfile, Awada confió que su marido, Mauricio Macri, no sería de la partida. "No podrá venir, hay otras obligaciones. Pero acá estamos nosotras", dijo, sonriente. A su lado, la escoltaban Karina Rabolini, la primera dama de la provincia de Buenos Aires, y María Eugenia Vidal, vicejefa del gobierno porteño. Las tres vestían de estricto blanco y negro, a tono con la puesta en escena ideada por Ramírez, en una magistral exhibición de trajes inspirados en la ópera Carmen, de Georges Bizet.
La modalidad, inédita en Buenos Aires, cuenta con experiencia en otros grandes teatros del mundo. En las principales semanas de la moda del circuito internacional es un método en ascenso. París es uno de los máximos exponentes, con colecciones de Chanel en el Grand Palais, las de Paco Rabanne en el Centro Pompidou o las de John Galliano en la Opera de París.
"Es un orgullo que el cierre de BAFWeek pueda realizarse en el Colón, en un espacio versátil que puede albergar distintas disciplinas, no sólo el ballet y la ópera. Además, la industria de la moda es un generador de ingresos y empleo cada vez más importante para la Ciudad. Y Pablo Ramírez, además, es mi diseñador favorito", confesó la vicejefa de gobierno porteño.
Por su parte, Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico porteño, agregó: "Estamos muy contentos con esta asociación con BAFWeek. El hecho de hacer el desfile en el Colón le da más visibilidad a la moda para mostrarla en el mundo. Además del hecho estético, es una importante fuente de trabajo. La idea para las próximas ediciones es mantener el desfile en el Colón y también hacer eventos en otros edificios, pero manteniendo siempre como eje el diseño de autor, que es magnífico como producto de importación".
Nadie quiso faltar al evento que pretende lanzar definitivamente la moda porteña la mundo. Con tweets de último momento, cámaras de fotos y tablets para filmar cada irrupción de los modelos, el público aplaudió el desfile en cada pasada.
Actores y actrices, periodistas, diseñadores, conductores y empresarios del rubro no faltaron a la cita. Mariana Arias, Catherine Fulop, Magdalena Ruiz Guiñazú, Mike Amigorena, Erica Rivas, Mercedes Morán, Leonor Benedetto, Carla Peterson, entre otras personalidades.
Para Leonor Benedetto, "el Teatro Colón tiene que sentirse honrado de tener a Pablo Ramírez. El rango de lo que es ser un artista se está ampliando, bienvenido".
Vestidos largos, abrigos símil levitas y pantalones de corte masculino vuelven a las pasarelas. Camisas blancas con profusión de tablas, chaquetas cortas y fajas. Todo, en riguroso blanco y negro. "Hacer este desfile acá fue una fantástica idea. Los colores de Ramírez son mis preferidos y me gustan mucho sus cuellos", comentó Karina Rabolini.
Al cierre, todos esperaban la palabra de su protagonista. "Estoy muy agradecido. Fantasear con esta idea fue algo maravilloso, y que se haya convertido en realidad es un sueño cumplido -dijo Pablo Ramírez-. Me gustó mucho inspirarme en la ópera, aunque el eje de mi colección conserva siempre su esencia: la forma, la figura, la línea y la elegancia."
El Teatro Colón le abrió ayer las puertas a la moda. El diseño de autor ya forma parte de su repertorio...