Pese a haber crecido a la sombra de sus hermanas Mary Kate y Ashley, Elizabeth Olsen se está ganando por méritos propios ser considerada una de las grandes del mundo de la moda. Pero no solo por su faceta de diseñadora, tanto de indumentaria como de complementos, sino también por su encanto a la hora de posar.
La pequeña de las Olsen siempre dejó muy claro que ella nunca fue "la cara bonita" de la familia, ya que la popularidad de sus hermanas gemelas fue tal que su existencia se mantuvo en un segundo plano. Ahora que comienza a hacer sus primeros pinitos como modelo son muchos quienes le quitan la razón considerándola una de las bellezas más delicadas del momento.
Con aires de Olivia Newton-John en Grease, Elizabeth ha protagonizado un sensacional reportaje para la revista VS Magazine. Chupachups en mano y luciendo un estilismo de lo más rockabilly, Olsen apunta maneras para convertirse en una de las referencias de moda del momento.
"Siempre pongo caretos y echo a perder todas las fotos” reconoció la nueva maniquí durante la sesión fotográfica, a la vez que sorprendía a los profesionales por la naturalidad con la que se desenvolvía frente a la cámara. "Me encanta jugar a vestirme, pero eso no significa que sepa llevar la ropa de las modelos. Nunca he sido la típica que sonreía en las fotos", añadió.
